domingo, 27 de septiembre de 2009

De paseo por la Casa de Campo. ¡¡Nos vamos a Talajara!!


Agradable mañana para disfrutar de los innumerables senderos de la Casa de Campo. Trialeras rápidas y sinuosas, pendientes en las que es necesario meterlo todo, bajadas que dan vértigo y ... ¡la cuesta de la muerte!.
















Excelente para entrenar la técnica en las subidas y perder el miedo en las bajadas. Aunque tendremos que volver; psicológicamente aún no estamos preparados para... ¡la cuesta de la muerte!.















Parte de incidencias:
- Empezamos mal: el 'porta' de Jesus ha cascado. Esperemos que lo cubra la garantía.
- Quique se pega un piñazo en una bajada y rompe el sillín. Imposible encajarlo por la fuerza bruta. Pedimos ayuda a un biker que pasaba por allí y...¡sólo le faltó desmontar la caja del pedalier!. Al final un par de bridas y listo.
- Miguel pincha al final de una trialera.
- La rodilla de Javi seguramente por el tembleque de piernas después de asomarse a la cuesta de la muerte, se resiente. Masaje reparador por parte de Miguel y como nuevo.







P.D.: Con la cervecita de rigor rellenamos los boletines de inscripción a Talajara 2009. Este año para probar, nos conformaremos con la de 80 km, aunque quien sabe, igual nos liamos, nos liamos, nos liamos.... (os suena).


















domingo, 20 de septiembre de 2009

Super Quique!!

Después de la 'agradable' experiencia de la semana pasada y comprobando que nuestros invitados aún se movían, hemos preparado una ruta tipo 'remate final' con el fin de o bien nos mandan ATPC o bien son masocas y se unen al grupo definitivamente: Vicálvaro (Getafe) - Dehesa de Arganda. Son 75 kilometracos, que se pueden hacer muuuy cuesta arriba cuando estás empezando en esto del mtb.
De los nuevos, sólo acude a la cita Quique; Ángel y Jose se excusan, no sin antes presentar todo tipo de certificaciones que avalan compromisos ineludibles a los que no pueden faltar. Al principio el terreno es favorable y el ritmo es bueno; nos encontramos con Javi (que viene desde Getafe) en el sitio de costumbre.

En el camino hacia Rivas tenemos que cargar las bicis debido a la 'caquita' del camino. ¡Una mierda, vamos!. LLegamos a la laguna del Campillo y cruzamos la A3 por el paso elevado de peatones con algún incidente. Entre las casas nos acosa un "superperro" que tenemos que sortear (el que consiga verlo en las fotos tiene premio). Y sin más afrontamos la primera subida.
En lo alto, agrupamiento y momento barrita. Comentamos lo que nos queda, pero Javi parece andar un poco perdido (creíamos que estaba suavizando el asunto para no desanimar a Quique, pero no. Debe ser del riego). Bajada, pasamos 'los tubos' de la A3 y para arriba otra vez. Decidimos tomar la pista ancha que bordea el cerro y evitar la exigente subida que hicimos cuando vinimos aquí en primavera. Pasado El Carrascal, trialera p'abajo, trialera p'arriba....¿Eh, qué es eso? ¿Alguien con el pie a tierra? A Quique se lo perdonamos, pero...
Afrontamos la vuelta intentando minimizar el esfuerzo y pensando lo que nos espera: una agradable parada en el bar Maxi, en La Poveda. ¡Genial!. Buenos aperitivos, buena conversación, etc. Después de reponer fuerzas, atravesando el Puente de Hierro a Javi le sale la vena temeraria y ahí lo veis. Sin comentarios.

En la depuradora, igual que nos encontramos, nos separamos. El camino aquí es ya siempre cuesta arriba (12 km) y después de casi 6 horas llegamos a casa. Bueno, ¿y qué es de Quique?. Pues aquí está, con el grupo, aguantando como un 'Jabato', con un par. ¡A ese tío ya le hemos fichado!.
¡Ole, Ole y Ole!. I do














domingo, 13 de septiembre de 2009

El grupo crece

Este domingo tenemos invitados, así que para no "asustarlos" y conseguir que se unan definitivamente al grupo de pepedaleros teníamos que elegir bien la ruta: pocos km, poco desnivel acumulado, buenos caminos y algún toque de 'diversión'. Todo esto se encuentra en el Parque de los Cerros en Alcalá de Henares.

Quedamos a las 8:00, los de costumbre y Jose, Enrique y Ángel. Cuando llegamos al Parque ya había bastantes coches y bikers. Estiramos un poquito y comenzamos con la primera subida, tendida al principio y un poco más empinada al final. Por el medio nos pasa a todo trapo la "moto de la princesa y su escolta" (¿o iba en bici?) y, sin que sirva de precedente, ¿nadie le cogió la rueda!. Coronamos con alguna que otra queja (del tipo 'jodido pero contento' ) y antes de afrontar la bajada hacia las vías del AVE vemos que la "moto" tiene problemas mecánicos (si es que no se puede correr tanto).


La subida de Villalbilla aSantorcaz es más dura y larga, y se cobre una pieza en forma de ¡ya no puedo más!. En el alto nos reagrupamos. El estado de algunos es ahora más jodido que contento y llegamos a Santorcaz donde reponemos fuerzas, repostamos agua e inmortalizamos el momento con varias fotos.
Desde aquí tomamos el camino fácil: todo cuesta abajo, un alivio para más de uno. Y llegamos al divertido final: la trialera del lagarto. Y aquí cada uno a lo suyo: Jesus y Javi a todo trapo, Miguel y Puchi intentando no perderles, Ángel "volando" literalmente, Enrique pasando muchas estrecheces y Jose el último.
Bueno, esperemos que nuestros invitados se lo hayan pasado bien y se conviertan en asiduos de las salidas de los pepedaleros. Lo único que podemos prometerles, sin miedo a equivocarnos, es mucho...¡sufrimiento!. Pero ya se sabe: el sufrimiento es pasajero y la gloria para siempre.
(Ángel, Enrique y Jose: estáis obligados a comentar para conocer vuestra opinión).


P.D.: Aquí me veis a los descerebrados de Jesus y Miguel, intentando emular a tres chavales-máquina, subiendo un escalón que hay en el aparcamiento del Parque. ¡Si es que no pué seeeeer!







domingo, 6 de septiembre de 2009

¡Vaya vaya con la valla!

Antes de nada, voy a poner una nota que prometí para un compañero de ruta que tuve este verano en Extremadura.
NOTA: www.wikiloc.com .
Por fin comenzamos la temporada. Ya era hora (mala cosa esto de ser adicto). Para que la reentrada sea suave, buscamos una ruta sin mucha dificultad, pista ancha, poco desnivel (unos 500), pocos km (30 y tantos) y ¿qué nos sale? Pues sí, el Soto de Viñuelas. Pero por si acaso, añadimos una variante (otros 20 km) hasta San Agustín de Guadalix por las pistas del Canal de Isabel II.
Según callejeamos por Tres Cantos nos preguntamos si la corta o la larga y alguien dice (adivinad quién) que "mariconadas las justas". Pues eso.

La cosa está fácil: no hay más que seguir la valla de la finca. Y vaya finca. Treinta y muchos km de valla dan para cerrar muchos metros cuadrados de terreno. Nosotros a los pocos kilómetros la abandonamos para tomar la pista del Canal hacia San Agustín. Aquí nos encontramos además de un rebaño de vacas serranas con varios bikers y ya se sabe: el roce hace el camino...más rápido.



En San Agustín parada y fonda, y vuelta para buscar otra vez la valla del Soto. El camino se hace un poco más trialero y divertido. Pasamos por un par de urbanizaciones cuyos chalés nos dejan boquiabiertos. Los kilómetros van pasando y pesando.
Y sucede por fin. ¿Cuántas piedras tendrá la puta valla? No cabe duda, las fuerzas nos han abandonado, la cabeza ya no está donde tiene que estar, hay que parar a "repostar" ya. Y paramos. ¿Dónde? Pues en un lugar de lo más tranquilo. El cementerio de La Paz. ¿Os imagináis la estampa?, pues eso.
Con la cocacola salimos de entre los muertos, en todos los sentidos. LLegamos al aparcamiento de la estación, cargamos y ¡a casa!.