Reconozco que esto de salir sólo cada vez me da más pereza, pero de momento, la adicción puede conmigo ... Salgo de la rampa del aparcamiento y no sé si trirar p'arriba o p'abajo, p'alante o p'atrás. No he cargado ninguna ruta en el gps y las piernas me dirigen al carril (¡si es que es lo que hay!).
Al llegar a la CdC me doy cuenta de que hace casi un año desde la última vez que estuvimos por aquí, y no me resisto a comprobar cómo se comporta la ¿nueva? bici en algunas bajaditas (no la de la foto de arriba; esa queda, como siempre, para mejor ocasión).
Claro que para bajar primero hay que subir, y esos fuertes repechones me pasarán factura a la vuelta. En Carabanchel me empiezan a doler las piernas y paro un rato a descansar. A partir de aquí me lo tomo con calma y supero la subida de El Pozo y Palomeras con bastante dignidad pero más sólo que la una, ¿dónde se ha metido todo el mundoooo?.
En fin ...
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