En la rotonda de la Warner, giro a la izquierda para llanear por la base de los cortados hasta la Presa del Rey.
Ya en la cara norte de La Marañosa, cruzo el Manzanares por el sitio habitual (Casa Eulogio) y tomo a la izquierda para cerrar el círculo bajo del ocho.
El paso del arroyo de Valdemingómez parece una selva y el camino de Salmedina se encuentra en lo que últimamente parece su estado natural: anegado de pestosas aguas que sin duda se filtran desde el vertedero cercano (puaaaaj, caquita).
Un poco más adelante el camino está cortado, primero por un árbol y luego por un vertido de latas quemadas (¡a dónde vamos a parar!). Al llegar a la Cañada, todo recto por el camino de Vinateros, que discurre paralelo al río hasta el Parque Lineal del Manzanares.
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