El embalse de La Jarosa

Así empezamos:

Y así acabamos:

Y entre medias una estupenda ruta por los alrededores del embalse de La Jarosa, de las cortas pero intensas.

  Porcentajes elevados, bajadas vertiginosas y unas vistas muy bonitas, tanto en la larga

como en la corta distancia.

Además hoy llevamos dos "locomotoras": David y Jose, que se estrena hoy con los pepedaleros.

El recorrido no admite calentamiento previo; las rampas son duras desde el km 0 y sin apenas descanso hasta el km 6. Bajada rápida (el semiasfalto de la pista está en buen estado) y de nuevo para arriba. Nos "colamos" en el recinto del Valle de los Caídos y justo detrás de la cruz paramos a reponer fuerzas.

Ahora toca bajar de golpe todo lo que hemos subido. La bajada es muuuuy rápida, y justo cuando abandonamos el asfalto, Miguel revienta la cámara por la válvula, algo que últimamente viene siendo habitual.

Reparamos la avería mientras Miguel dedica unas palabras de "elogio y agradecimiento" al "Decarthon" por la excelente calidad de su material.

Y para acabar, otra vez nos toca comprobar el peso de nuestras bicis para encarar el último repecho que nos deja de nuevo en el valle de la Jarosa.

 

Para ver más fotos pincha aquí.

Morata de Tajuña

Acometemos esta ruta con cierta desidia, ya que el tiempo (meteorológico) nos ha echado para atrás esa esperada vuelta a la sierra madrileña. Necesitamos algo fuerte y ya, porque estas marchas turístico-promocionales de los pueblos del sur, están bien, pero las fieras que llevamos dentro necesitan de vez en cuando de esas subidas tendidiñas, tendidiñas que nos dejan más suaves que el culillo de un bebé.

Empezamos dando una vuelta por Morata para aparcar. Esta vez la ruta no comienza en el socorrido polideportivo local. Bueeeeeno. La primera parte siempre pica hacia arriba, con un paisaje más bien árido que se va convirtiendo poco a poco en más frondoso hasta llegar a Chinchón (casi), donde paramos en lo que parece que fue lavadero y ahora transformado en fuente-barbacoa-merendero. Curioso.

Ya de vuelta más de lo mismo, pero ahora picando hacia abajo, hasta llegar al tramo final con tres o cuatro cuestas interesantes convertidas en ríos de arena blanca por la acción de motos y quads. Una pena.

Afortunadamente ninguna "croqueta" que lamentar, pero desafortunadamente sí un "bocadillo" provocado por un llantazo en uno de los innumerables surcos creados por los motorizados.

El finde que viene repetimos Reventón (en principio, jeje).

Y las fotos.

Dando una vuelta por Tielmes

Seguimos "explorando" la zona sur de Madrid, que aparte de quedarnos relativamente cerca de casa, también tiene su encanto. Además, Ángel ha invitado a un compañero, Javi (otro, si es que lo bueno abunda).

La ruta consiste en dos subidas con sus correspondientes bajadas, casi toda por camino ancho en bastante buen estado. Hoy nada de trialeras.

El comienzo de la segunda subida es curioso: el camino está atrincherado (tipo desfiladero de las películas del oeste) y esperamos que en cualquier momento los indios nos salten encima.

Compartimos el "momento barrita" con unos cazadores del lugar, que habían cambiado momentáneamente la escopeta por una vela de chorizo y una botella de vino.

Y acabamos sin ninguna incidencia que reseñar, salvo que a Miguel no se le ocurrió otra cosa que rematar de cabeza a un bicho que se cruzó en su camino. ¡Animalito! (el bicho, eh).

Y este, para quien no lo sepa ya, es Jesus:

Alguna fotillo más aquí.