domingo, 28 de octubre de 2012

El puerto de las Calderuelas

¡Qué subida! La gráfica, ni trazada con tiralíneas, oiga usté. Partiendo de Rascafría, la subida al puerto de las Calderuelas (y Malagosto, si se llega un poco más allá), son 12km con una pendiente constante del 7% por pista en buen estado. El kilómero final, sin embargo, es otra cosa: un sendero pedregoso incómodo de ciclar y en el que la pendiente se incrementa hasta el 14%.

En el collado que hace de paso a la vertiente segoviana, a casi 2000m de altitud, cuando llegamos los jesuses encontramos a Míguel, que ha hecho casi toda la subida por delante, tiritando de frío. El termómetro marca -2ºC pero con el fuerte viento la sensación térmica es mucho peor. Decidimos no seguir hasta Malagosto y acurrucados entre los piornos (sin mariconadas, ¿eh?) nos avituallamos.

La vuelta la hacemos siguiendo la pista hacia el Carro del Diablo, simplificando el recorrido al máximo para llegar al Puente del Perdón. Hoy no es día de trialeras. ¿Cómo vamos a sentir el flow si ni siquiera sentimos los dedos de nuestros pies y manos?

domingo, 14 de octubre de 2012

Senderos de Paracuellos

Parece que le estamos cogiendo cariño a la carretera de Vicálvaro a Coslada porque últimamente está presente, en un sentido o en otro, en casi todas nuestras rutas. ¡Si es que cuándo nos da por algo! Así que la ruta de hoy, hasta cruzar el Jarama en las inmediaciones de San Fernando, igualita, igualita que las anteriores.
Pero una vez que estamos en la pista paralela a la M45-50, en vez de cruzar bajo la autopista hacia Torrejón, seguimos de frente en busca de la A2 a la altura del Puente de San Fernando. Justo allí, al lado de la carretera se está formando un asentamiento chabolista que mejor evitar en el futuro, por si acaso.
Cruzamos por el acceso al Carrefour y bordeamos éste por detrás hasta encontrar un roto en la valla de una futura urbanización. Ya estamos pegados otra vez al río y lo remontamos un par de km para girar bruscamente a la derecha por un camino ascendente, incómodo de rodar por el firme predregoso, que nos lleva hasta Los Berrocales.
En la urbanización seguimos ganando energía potencial que en breve liberamos por la primera bajada del día, preparada con peraltes en las curvas que, conociéndola, permite ir muy rápido. Ahora otra vez a subir (para eso hemos venido) y vuelta a bajar... y a subir (hasta la carretera, con una rampa final asfaltada calentita), para bajar otra vez...
En el último descenso perdemos el track, pero remontar por ese cuestarrón para retomarlo no es opción. Intentamos recuperarlo más adelante aunque un grupo de cazadores nos disuade. Nos perdemos algún sendero más pero no es cuestión de arriesgarse en medio del fuego cruzado. Improvisamos para buscar la pasarela sobre el Jarama y regresar por la Alameda de Osuna y el carril bici; la cruzamos y en la pista que bordea el aeropuerto Pako nos pone a prueba. ¿Aprobamos, profe?

Las fotos aquí.


domingo, 7 de octubre de 2012

El Cerro del Viso

Hoy la ruta es larga. Rodadora al principio y al final, y disfrutona en su parte central. Por eso empezamos acortando. En vez de salir de Vicálvaro por las canteras lo hacemos por la carretera de Coslada previendo poco tráfico a estas horas (8:15), y acertamos: en el tramo chungo no nos pasa ningún coche.

El Castillo de Aldovea
Posteriormente tomamos el camino hacia San Fernando, atravesamos la Cañada Real (con sus hoteles y todo) y bajamos el Cerro de la Herradura por el camino más corto, es decir, el de máxima pendiente. Llegamos a la chopera, cruzamos sobre el Jarama y tomamos la pista hacia el Castillo de Aldovea. Luego seguimos remontando el río Henares por caminos y senderos junto al cauce y finalmente lo atravesamos por un coqueto puentecito empedrado, aunque un tanto desvencijado.

Tras pasar por debajo de la M203 entramos en el área de influencia del Cerro del Viso. Faldeamos el monte hasta la zona de La Majadilla donde comienza una dura subida que nos conducirá, tras 2km, a la cima.
Allí arriba, salvo las vistas (aunque la bruma hoy no ayuda), nada destacable; lo de siempre en estos sitios apartados: mucha mierda y restos de actividad carnal. Así que sin más dilación, ¡a las trinch...!, es decir, ¡a las trialeraaaas!

El sendero de bajada está muy pero que muy bien. La primera parte más empinada y luego, tras cruzar la pista, mucho más rápido hasta el final. El sendero nos ha dejado en el cortafuegos de la base del cerro. Lo seguimos hacia el norte para encontrar la entrada al Barranco del Viso. Lo atacamos por la izquierda. Al principio por camino; luego éste se convierte en sendero y se empina que da gusto (?), con un par de escalones imposibles. Una vez arriba, mientras bordeamos el sembrado, podemos comprobar la profundidad de la brecha.

Seguimos ascendiendo, ahora por la cara amigable del cerro, y antes de coronar tomamos un sendero que sale a mano derecha. Circulamos ahora por el otro lado del barranco, cuidando de no mirar a nuestra derecha, por aquéllo del vértigo. El sendero acaba en la pista con una bajada muy pronunciada y un salto final que dejaremos para cuando traigamos el paracaídas (!).

La pista nos conduce a media ladera hacia las zetas de subida del principio. Éstas son una opción para bajar, pero hay otra mejor: ¡senderito disfrutón!

Y vaya que si se disfruta. Alguno incluso abandonó la bici y se echó a correr monte abajo, incapaz de parar por la emoción (¿o la pendiente, tal vez?).


Para regresar a casa deshacemos el camino, pero pasando por el curioso Parque Europa de Torrejón. Ya sólo nos quedan dos dificultades por superar: el escalón que supone a estas alturas de ruta el Cerro de la Herradura y los 1500m de la, ahora sí, peligrosa carretera de Coslada a Vicálvaro.

Todas las fotos de la ruta pinchando aquí.