CasaPardo

Si no sabes dónde ir, El Pardo es la solución. Aquí se encuentran representados prácticamente todos los terrenos que nuestras cubiertas de mtb pueden llegar a pisar. Pistas, senderos, trialeras, ...; tierra, arena, maleza, raíces, ...; subidas con todo metido en las que parece que el corazón se te va salir por la boca y bajadas en las que no es el corazón, precisamente, lo que se te viene a la garganta. En fin, "creo que este es el principio de una gran amistad".

Talajara 2010

Este es el último año que participamos en Talajara, casi seguro, al menos de momento. Y no es por descontento, no, sino por buscar otros retos. Con dos ediciones hemos quedado satisfechos: la primera sirvió como toma de contacto (a ver qué es esto de una marcha ciclista) y esta segunda ya sabíamos a lo que veníamos. No es por desanimar a nadie, porque si lo pensáis bien siempre se encuentran buenas razones para participar en un evento de estos; sin ir más lejos aquí tenéis dos muy buenas.
Resumiendo: con respecto al año pasado, una hora menos de meta a meta y media hora menos dando pedales. ¡Y un año más viejos, oiga!.
Y a continuación el reportaje fotográfico de la participación PEPEDALERA en esta Talajara 2010.

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Finalmente, las fotos oficiales y la clasificación (en la que Miguel no aparece, ¡glups!).

Aquí más fotos por si os habéis quedado con ganas.

Desde Vicálvaro hasta San Martín de la Vega, por el carril bici

Hoy toca rodar un poquito, así evitamos los caminos que no deben estar en sus mejores condiciones después del aguacero del sábado. Sin más, engranamos el plato grande y enfilamos el anillo ciclista hacia el Manzanares.

Encontramos a Javi en Perales, ajustando el freno trasero de su impoluta montura (parece nueva después de la revisión). El carril está bastante solitario y nos permite ocupar todo el ancho, quemando kilómetros en agradable charleta. En la bajada de la Marañosa nos ponemos serios, relevando, y enseguida estamos abajo, tan frescos.

En San Martín, en el antaño frecuentado kiosco y con una cola-loca de por medio atamos los pocos cabos sueltos de nuestra inminente participación en la Talajara. Ya de vuelta, el panorama ha cambiado totalmente: parece que todos los bikers de la zona se han puesto de acuerdo para invadir San Martín en este día y a esta hora. Pedaleamos contra corriente en un mar de radios.

Y como guinda del pastel a Puchi no se le ocurre otra cosa que visitar un mini bike-park para probar nuestra técnica (salvo Jesus, prácticamente nula) sobre la bici. Un par de saltos chulos, pero la "harley" no fue capaz de aguantar la presión (su horquilla más bien) y dió con los huesos de Miguel en el suelo, sin más consecuencias que el revolcón.

¡NOS VEMOS EN LA TALAJARA!

Exploratoria por los cortados de El Piúl

Nuestras dos últimas salidas han resultado largas, muy largas: en kilómetros una y en desnivel otra. Y en tiempo (de reloj) las dos. Esta obviedad me ha hecho comprender (permitidme que hable en primera persona) uno de los conceptos que más aparecen en todo blog bicicletero que se precie: el BONOBICI.

Todos los que compartimos esta afición por salir a montar en bici los sábados o los domingos, sobre todo los que dejamos a la family en casa cuando madrugamos, tenemos un bonobici. No es algo material, otro componente que podemos encontrar en la tiendas ... Es mucho más sutil, un contrato no escrito, un compromiso no sellado, un estado de equilibrio, quid pro quo.

Pero una cosa es segura: el bonobici se descarga, y su estado de carga es inversamente proporcional al tiempo empleado en cada salida. Esto es un hecho y se puede comprobar empíricamente. Llegad algún día más tarde lo habitual, saltaros algún compromiso familiar por culpa del pedal y vuestro bonobici caerá de forma exponencial.

Pero os preguntaréis, si se descarga, ¿se podrá cargar, no? Calro está. Pero no hay un método único, cada biker tiene el suyo particular, y su eficacia dependerá de lo buen negociador que sea. O eso o darle tiempo, que dicen que "se lo carga" todo.

Y la ruta de hoy (a las 12:00 en casa):