domingo, 16 de noviembre de 2014

El Collado de los Pastores


Se suponía que no llovía hoy, y así, decidimos subir alto, lo más alto que pudiéramos. Sin embargo, ya llegando a Manzanares tuvimos que hacer uso intensivo del limpiaparabrisas y aunque en la entrada de La Pedriza no llovía y lucía un tímido sol, los nubarrones de la cumbre no presagiaban nada bueno.


La subida (17 kilómetros) la hacemos a ritmo, sin parar (salvo unos segundos para ajustar el sillín de Jesus). Alguna ráfaga de viento, unas gotas y, casi al final, nieve. Y luego, al doblar la curva que da acceso al collado, de repente y sin avisar, el bofetón: el Ventisquero de la Condesa haciendo honor a su nombre.


¡Vaya vendaval!  Refugiados al abrigo de las piedras decidimos volver sobre nuestras pedaladas. El panorama no invitaba a seguir, y menos aún subir a La Nava. Y lo que tardamos en subir 2 horas, lo bajamos en poco más de media. ¡No hay derecho!


El track:

domingo, 9 de noviembre de 2014

Las pistas del Canal


¡Socorrooo, que vienen las lluvias! Y la alternativa al típico carril, son estos caminos de servicio de los canales que abastecen de agua a los madriles. Lo bueno es que, por mucho que haya llovido, no acumulan ni agua ni barro; lo malo es el perfil -rompepiernas total- que no da tregua.

Salimos de Tres Cantos y vamos hacia San Agustín del Guadalix siguiendo el Canal Bajo y regresamos alternando entre el Canal Alto y el del Atazar hasta las inmediaciones de Colmenar, desde donde tomamos el carril bici para terminar.




domingo, 2 de noviembre de 2014

El Hueco de San Blas


Sólo por esto la ruta de hoy ya ha merecido la pena...


Vale. Tuvimos suerte. Pero fueron diez minutos de éxtasis contemplativo increíbles. Y para colmo, al final, los buitres alzaron el vuelo describiendo sus característicos círculos por el valle. ¡Joder, qué bonito!


Este espectacular mirador se encuentra a 17 kilómetros de Soto y 600 metros por encima, justo detrás de La Pedriza. La subida es larga pero no especialmente dura, salvo un par de rampas, con algún que otro descansillo para aliviar la tensión de las piernas. Lo más incómodo es el firme de la pista/camino, de grava suelta casi todo el recorrido.


Para la bajada acortamos por la trialera que nos deja de nuevo en la pista de subida (Senda de la Abutarda). Es complicada. Mucha inclinación, zetas cerradísimas y dos o tres pasos más difíciles. Y encima larga, que llegas al final con las manos doloridas de tanto tirar de freno. ¡Pero mola!


La segunda parte de la ruta es más pistera. Llegamos a Miraflores por el Camino de la Fuente del Cura y salimos por la estación, hacia Soto, por la gran pista del GR-10. Ya hacia el final nos desviamos por un sendero por detrás del Centro de Convicencias, en el que Jesus tiene un percance en un paso aparentemente sin dificultad. Aún nos estamos preguntando cómo pudo suceder. Menos mal que no pasó .

Las fotos y el track: