domingo, 27 de octubre de 2013

Vicálvaro - San Martín


Hoy sólo nos hemos juntado Javi, Jesus y Jesús. La enfermería sigue a tope, aunque esperamos que pronto volvamos a ser el gran pelotón de antaño (5 ó 6, con poco nos conformamos). Y como las lluvias han sido abundantes durante la semana, decidimos dar un paseíto por el carril hasta San Martín .


Al menos esa era la intención. Porque si a bajar La Marañosa a 48 km/h, dando pedales a todo lo que dan de sí el desarrollo y la patata, y subirla luego como si de una prueba de persecución se tratara se le puede llamar 'paseíto'...

domingo, 13 de octubre de 2013

El Paredón


La ruta de hoy puede considerarse de transición. En varios sentidos. Humanamente porque seguimos a la espera de que el grupo se reagrupe. Geográficamente porque está a medio camino entre la gran ciudad y la sierra. Y por el tipo de recorrido, también hemos tenido un poco de todo.


Partimos desde el carreful de Las Rozas, bordeando las instalaciones del Talgo para cruzar la A-6 y, tras un poco de callejeo, iniciar la larga y agradable bajada por el arroyo del Lazarejo hasta el río Guadarrama.


Cruzamos éste por el puente del Retamar e iniciamos la subida hacia Colmenarejo por el camino del Paredón. Hasta el Alto de Galapagar tenemos 7 km de subida, con algún descansillo y con los dos rampones que dan nombre a la entrada en las inmediaciones del Cerro del Paredón, que tienen su historia y todo.



Llegamos a Torrelodones y cruzamos de nuevo la A-6 en dirección a La Berzosa en una inacabable subida por asfalto. Por fin tocamos tierra otra vez, en forma de senderos rápidos y divertidos hasta la depuradora de Hoyo.

Dejamos atrás los malos olores por una buena cuesta y tras desviarnos a la derecha iniciamos la bajada (un tanto trialera) hacia el Palacio del Pendolero. Una vez llegamos a Los Peñascales y cruzamos el arroyo de Trofa, todo es asfalto hasta el final.

domingo, 6 de octubre de 2013

De la laguna del Campillo hasta Morata de Tajuña...


...pasando por Arganda, la dehesa de Carrascal, las canteras, los cortados de Morata, más canteras y vuelta por el barranco del Ajero. Completísima ruta, que transcurre por todo tipo de terrenos -carril, asfalto, pista, camino, sendero, piedra suelta y un poquito de pedrolerío-, pero sin agua y sin barro (los tres únicos charcos que encontramos tenían su alternativa claramente marcada en el camino).

Partimos de la laguna del Campillo y cruzamos el Jarama por el puente verde; hacemos el carril de La Poveda al completo y callejeamos por Arganda, subiendo y subiendo hasta la Dehesa de Carrascal. Allí hacemos dos o tres de sus innumerables bajadas y subidas para después dirigirnos hacia la cantera de Morata.


Bajamos por asfalto y antes de entrar en el pueblo, a la altura de una extraña construcción, giramos a la izquierda para comenzar a faldear por la pared norte del valle del Tajuña. La zona no la conocíamos y no nos defraudó. Hay de todo: un revirado sendero que tuvimos que compartir con un grupo de motoristas (?), bajadas y subidas pedregosas y, para acabar y acceder a la parte alta, unos rampones del 15, bastante respetables, pero que gracias a lo compacto del terreno pudimos superar (con el corazón en la boca, eso sí).

Luego llaneamos un buen rato por pistas y caminos en buen estado, atravesando varias canteras, para volver otra vez a la carretera de bajada a Morata. Ahora la abandonamos por la derecha, en una bajada trialera que nos deja en un área recreativa a las afueras del pueblo, con santo y todo. La subida de nuevo a la meseta se hace por un bonito sendero, que aunque no tiene mucha pendiente (8-10%) te las pone duras como tablas (las piernas).

Una vez arriba, ya sólo queda dejarse caer por el barranco del Ajero para enlazar con la M-311 y, tras cruzar el Puente de Arganda, llegar a los coches sin novedad. Jésus y Jesús.