Tomando como base
esta ruta, hoy nos hemos acercado a Los Molinos (Míguel y Puchi) para rodar con Sergio. Hace tiempo que no venimos por la sierra y estamos expectantes. - ¡Qué bien, qué bien!
Desde el punto de vista
lúdicofestivo el recorrido es espectacular. Saltamos de valle en valle enlazando sendero tras sendero: Fuenfría, Siete Picos, Navalmedio, La Barranca,... La Senda del Agua, el arroyo del Polvillo, Camorritos, el embalse del Chiquillo, los Almorchones,... - ¡Qué gozada!
Pero físicamente..., ¡ay! Los de Vicálvaro acabamos pidiendo la hora. Sin embargo, Sergio como una rosa. Nos tenía que esperar al final de cada cuesta. Quizá haya tenido que ver que durante el verano el Alto de las Guarramillas (
qui'cir, la Bola del Mundo) ha sido su tercera casa.
¡Maquinón!
Y cómo se nota la inactividad serrana. La ruta es ciclable al cien por cien, pero hemos perdido la práctica de subir con
todo metido y de bajar con el
culito atrás superando piedras y raíces y más de un vergonzoso pié tocó el suelo sin necesidad (Sergio aparte, claro). -Esto no puede ser; hay que repetir-, Míguel
dixit.
Porqueee, ¿cómo era el lema del grupo? ¿El
noséqué es pasajero y la
quécosa es para cuándo?
¡Hasta
el fotógrafo ha perdido práctica!
Y el
tracatrak: