Como es normal en este período prevacacional el grupo está un poco disperso, pero eso no quita para que cada uno haga (o intente hacer) la guerra por su cuenta. Yo me he venido a pasar el día al camping de El Escorial con mi sobrino Rubén y hemos salido a 'dar una vuelta' por los alrededores.
Así que nada, uno a sufrir ...
... y otro a disfrutar...
... en un recorrido que bordea el camping por la parte de atrás hasta la Puerta Verde. Luego trato de tirar de Rubén en la dura subida por las zetas del área recreativa de El Tomillar con la promesa de que cada revuelta es la última, pero por las 'lindeces' que suelta por la boca me temo que no me cree.
Llegamos a la carretera que sube al puerto del Malagón y ya todo es cuesta abajo (para recuperar) hasta el camping. Nada más llegar nos cambiamos de zapatillas y de postre: 5 km de carrerita para preparar el triatlón de la semana que viene.
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