Vicálvaro - Rivas - Vicálvaro

El principal aliciente de la ruta de hoy (aparte de salir, que es siempre motivo de odgullo y sadisfacción) es que hemos descubierto un nuevo camino para llegar a Rivas rápidamente, y evitando la peligrosa carretera del Cristo de Rivas. Aunque ya sospechábamos de su existencia, por fin hoy lo hemos confirmado.

Un nuevo enlace entre Vicálvaro y Rivas

La pista comienza en la Ermita de la Virgen de la Torre y discurre paralela a las vías del metro hasta Rivas. Para llegar a la ermita, a la altura del Cerro Almodóvar, hay que meterse por un roto en una valla y salir por otro al llegar a la M-45 y luego circular 500m por carretera.

La Marañosa desde el Cerro de la Luna

Una vez en Rivas, llegar a los cortados de El Piúl es fácil. Tras disfrutar un rato por los senderitos que nos ofrece esta zona enfilamos hacia Protección Civil y regresamos a casa por el PAU de Vallecas, como de costumbre.

La Fuente de la Teja

Hoy también partimos desde Getafe y, como en la semana anterior, tomamos dirección Pinto pero por una alternativa diferente. A la salida de esta localidad nos desviamos -tras un pequeño despiste- por la Cañada Real Galiana, una (auto)pista bien acondicionada que permite circular rápido -si se quiere, claro.

Poco después empezamos a ver mucha gente, en bici, corriendo y andando, y llegamos a nuestro destino de hoy, la Fuente de la Teja, una especie de zona recreativa, con ermita y todo, en medio de la nada. Bueno, de la nada no; está estratégicamente situada y parece ser punto de paso obligado de la mayoría de las rutas de los pueblos de la zona, porque en un momento nos juntamos allí 50 personas (+ ó -) entre corredores y bikers.

La vuelta la hacemos por Torrejón de Velasco y Parla, donde subimos al cerro del Parque de la Cantueña. Atravesamos el polígono de Cobo Calleja, con una actividad frenética a pesar de ser domingo -o tal vez por serlo- y luego de cruzar el Arroyo Culebro (haciendo un poco el cabra) llegamos al cementerio de Getafe, para terminar la ruta por el carril bici que rodea la base aérea.

Getafe - Valdemoro -San Martín

Pues otro domingo más y otra salida suavecita, empezando desde Getafe, como hacíamos años atrás cuando el 99% de nuestras rutas tenían su inicio aquí. Luego vino el gps... -creo que esta misma frase ya la puse en una crónica anterior.

Iniciamos el recorrido hacia el sur por caminos y pistas que nos llevan relativamente cerca de las vías del tren. Solo tocamos el asfalto para atravesar los polígonos industriales de Getafe, primero, y Pinto, después. A la altura de Valdemoro giramos a la izquierda para atravesar el monte de El Espartal, con dos cortas subidas y una laaarga bajada que nos deja a las puertas de San Martín de la Vega.

Vimos bastante tráfico ciclista por esta zona -desconocida para nosotros hasta hoy- por lo que suponemos que tiene bastantes posibilidades. Habrá que explorarla más a fondo. Desde San Martín subimos La Marañosa por el pinar de El Portachuelo, como la semana pasada, y como llegábamos con tiempo, nos dimos un homenaje en forma de jarrón de cerveza que pa'qué.

Sería por eso que en los últimos metros hasta el coche no hacíamos más que meternos por calles a contramano y saltarnos controles policiales y semáforos... ¡Es broma! Lo que pasó es que coincidimos con la fiesta de la bicicleta y nos vimos obligados a tomar los desvíos que la policía había previsto para no coincidir con el inmenso pelotón.

La clásica vuelta al macizo de La Marañosa

Aquí estamos. Tras un mes prácticamente en blanco hacemos esta salida, para estirar piernas más que nada y retomar sensaciones, ¡que llevamos un año muy errático!

Salimos desde Vicálvaro los dos jesuses, al encuentro con Javi en la Depuradora Sur. La ruta es archiconocida y está muy frecuentada. Nosotros, para variar,  abandonamos el asfalto después del desprendimiento y tomamos la pista de servicio del Canal del Jarama hasta Gózquez de Abajo, y luego hasta la rotonda de la Warner en la carretera de San Martín.

Desde aquí, en vez de subir por el carril, nos aventuramos por el pinar de El Portachuelo, rememorando viejos tiempos. Y poco más. Nos despedimos de Javi en la Cañada Real y vuelta a Vicálvaro por donde vinimos.