Bueeeeno, pues aquí estamos otra vez. Un año más viejos pero con la misma ilusión por este deporte que tantas satisfacciones nos da, aunque en ocasiones a costa de un sacrificio y sufrimiento que sólo los que lo practicamos podemos entender.
Y para empezar, lo más fácil y socorrido de nuestro repertorio: el carril de San Martín. Rodar, rodar y rodaaar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario