domingo, 6 de diciembre de 2015

Casa Eulogio y La Marañosa


Este domingo el grupo ha quedado reducido a dos: Jesus y Jesús (Pch). Salimos de Vicálvaro hacia Vallecas con intención de afrontar la clásica vuelta a los cortados. Como no hay prisa ni rumbo fijo investigamos algún otro paso más al sur para superar las vías del ave, pero cuando creemos que lo tenemos, un gran charco en el túnel nos corta el camino.

Contemplamos cómo un solitario ciclista desafía al lodazal. Con mucha pericia y bastante suerte consigue pasar sin apenas salpicarse. Nosotros no somos tan osados y, además, sabemos por dónde está seco. Se acabó la exploración.

Dajamos atrás la ciénaga radiactiva del camino de Salmedina, cruzamos el Manzanares y la barrera y nos venimos arriba: ¡Subimos a casa Eulogio! La puerta está abierta y volvemos la mirada para no leer los carteles (¿¡Pero que daño pueden hacer unas cuantas bicis!?) Aquello parece una autopista; han pasado máquinas. Sin embargo, la trialera del escalón está como siempre, técnica al principio y rapidísima al final.


Seguimos por el desprendimiento y la pista de atrás hasta la rotonda de la Warner. Cambiamos el carril por el camino, rememorando viejos tiempos, y arriba en el alto de La Marañosa, cruzamos hacia la zona militar... ¡ah, que tiempos aquellos cuando empezábamos en esto del mtb!

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