Hoy toca rodar un poquito, así evitamos los caminos que no deben estar en sus mejores condiciones después del aguacero del sábado. Sin más, engranamos el plato grande y enfilamos el anillo ciclista hacia el Manzanares.
Encontramos a Javi en Perales, ajustando el freno trasero de su impoluta montura (parece nueva después de la revisión). El carril está bastante solitario y nos permite ocupar todo el ancho, quemando kilómetros en agradable charleta. En la bajada de la Marañosa nos ponemos serios, relevando, y enseguida estamos abajo, tan frescos.
En San Martín, en el antaño frecuentado kiosco y con una cola-loca de por medio atamos los pocos cabos sueltos de nuestra inminente participación en la Talajara. Ya de vuelta, el panorama ha cambiado totalmente: parece que todos los bikers de la zona se han puesto de acuerdo para invadir San Martín en este día y a esta hora. Pedaleamos contra corriente en un mar de radios.
Y como guinda del pastel a Puchi no se le ocurre otra cosa que visitar un mini bike-park para probar nuestra técnica (salvo Jesus, prácticamente nula) sobre la bici. Un par de saltos chulos, pero la "harley" no fue capaz de aguantar la presión (su horquilla más bien) y dió con los huesos de Miguel en el suelo, sin más consecuencias que el revolcón.
¡NOS VEMOS EN LA TALAJARA!
Jesus, ¿encontraste al osito?
ResponderEliminar