domingo, 6 de octubre de 2013

De la laguna del Campillo hasta Morata de Tajuña...


...pasando por Arganda, la dehesa de Carrascal, las canteras, los cortados de Morata, más canteras y vuelta por el barranco del Ajero. Completísima ruta, que transcurre por todo tipo de terrenos -carril, asfalto, pista, camino, sendero, piedra suelta y un poquito de pedrolerío-, pero sin agua y sin barro (los tres únicos charcos que encontramos tenían su alternativa claramente marcada en el camino).

Partimos de la laguna del Campillo y cruzamos el Jarama por el puente verde; hacemos el carril de La Poveda al completo y callejeamos por Arganda, subiendo y subiendo hasta la Dehesa de Carrascal. Allí hacemos dos o tres de sus innumerables bajadas y subidas para después dirigirnos hacia la cantera de Morata.


Bajamos por asfalto y antes de entrar en el pueblo, a la altura de una extraña construcción, giramos a la izquierda para comenzar a faldear por la pared norte del valle del Tajuña. La zona no la conocíamos y no nos defraudó. Hay de todo: un revirado sendero que tuvimos que compartir con un grupo de motoristas (?), bajadas y subidas pedregosas y, para acabar y acceder a la parte alta, unos rampones del 15, bastante respetables, pero que gracias a lo compacto del terreno pudimos superar (con el corazón en la boca, eso sí).

Luego llaneamos un buen rato por pistas y caminos en buen estado, atravesando varias canteras, para volver otra vez a la carretera de bajada a Morata. Ahora la abandonamos por la derecha, en una bajada trialera que nos deja en un área recreativa a las afueras del pueblo, con santo y todo. La subida de nuevo a la meseta se hace por un bonito sendero, que aunque no tiene mucha pendiente (8-10%) te las pone duras como tablas (las piernas).

Una vez arriba, ya sólo queda dejarse caer por el barranco del Ajero para enlazar con la M-311 y, tras cruzar el Puente de Arganda, llegar a los coches sin novedad. Jésus y Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario