domingo, 21 de noviembre de 2010

Con La Marañosa hemos topado

Estamos indecisos: ¿barro o no barro? Del sustantivo, que del verbo ya lo hacemos todos en casa de alguna manera u otra (¿Os suena lo del bonobici?). Al final, Nano nos ayuda a tomar la decisión.

Tras un ligero problema con la sincronización de los relojes iniciamos esta misión cuyo objetivo es llegar lo más lejos posible, es decir, hasta que el cue..., digooo, Nano aguante. Y es que es duro retomar la actividad ciclista así de sopetón, despues de tantos meses sin montar (en bici, se entiende).
Tomamos el carril en Valdebernardo hacia el Manzanares, tranquilamente, sin forzar. Debemos encontrarnos con Javi en Perales, como siempre que hacemos este recorrido. Pero justo debajo de la A4 nos topamos con el dueño de la bici de la foto en un trance en el que ningún ciclista querría verse, al menos de protagonista. Según nos acercamos a la escena somos testigos de la indiferencia de algunos ante una situación de emergencia; llamamos al Samur y, como suele ocurrir en estos casos, cuando llegan el buen hombre está como una rosa.

Javi ha decidido venir a nuestro encuentro, y ya todo el grupo junto, continuamos hacia la Marañosa. Tras coronar la tachuela, media vuelta, que las piernas de Nano se han amotinado y no hay forma humana de que den una pedalada más. A la altura de Mercamadrid, tomamos lo que queda de la carretera de Villaverde a Vallecas, intentando que la subida hasta Vicálvaro se haga más llevadera.
Pero al final, lo que te ahorras en cuestas lo pierdes en estrés. Y es que no estamos acostumbrados a rodar entre los tubos de escape.
P.D.: Parece que el Gps de Puchi está más p'allá que p'acá, porque el desnivel acumulado y el IBP que salen en el gráfico no se los cree nadie ...


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