domingo, 11 de marzo de 2012

El Calvario y el Whistler

Hoy hemos hecho una etapa corta, que no sencilla, y bastante simple en su planteamiento: 10km "p'arriba" y otros 10 "p'abajo". Parece fácil, pero los caminos escogidos (el Calvario de subida y el Whistler de bajada) pasan por ser dos de los más "más" de la sierra madrileña.
El Calvario es una subida muy exigente. La parte dura comienza cuando se cruza por segunda vez el río Navalmedio, superado ya el embalse, con rampas del 15%, pero por firme injustamente "arreglado". Más adelante se muestra el Calvario real. La pendiente es la misma (o más) pero aparecen el agua y las piedras (y hoy también el hielo). Es increible; el camino te mantiene "vivo" pero a punto de "morir" en todo momento. No lo ves tan mal como para no intentarlo, pero una vez que estás ahí, te exige el 105% durante mucho tiempo y, claro, acabas exhausto.
Por fin coronamos Navacerrada. Al iniciar la bajada recogemos a un "bikestopista", Germán, de visita por la zona y que no sabe por dónde tirar. Es manchego, y nos confiesa que esto de las bajadas trialeras es nuevo para él. -Pues te vas a estrenar con la especial -comentamos.
El Whistler es un sendero trialero de mucho nivel. Hemos "pateado" menos que otras ocasiones que lo hemos bajado, pero hemos pateado. Y hemos probado también la dureza de sus piedras en nuestras carnes. Es inevitable: cuando arriesgas también puedes perder. Pero, en fin, nada grave porque, de todas formas, bajamos despacito.
Para no repetir camino de vuelta, tomamos un sendero a mano derecha, rápido y divertido, que nos lleva hasta la zona de Camorritos. Ya desde aquí, todo cuesta abajo hasta el "poli" de Cercedilla.
Y ahora, como siempre, las fotos y demás:

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