domingo, 15 de julio de 2012

El alto de Malagón

Ya estamos casi, casi de vacaciones y entre las componendas y preparativos, las idas y venidas, que si ahora no puedo y luego me viene mal, resulta difícil a estas alturas de temporada cuadrar el círculo de las salidas domingueras. Aunque claro, siempre hay uno que hace algo y, lo que es más importante, lo cuenta.

El embalse de El Tobar, desde el alto de Malagón
Y así, aprovechando que paso el fin de semana en el camping de El Escorial con Rubén (y que me he traido las bicis, todo hay que decirlo) pues nos subimos el puerto del Malagón, para que el niño vea mundo (bicicletero se entiende, que el otro, el mundo mundial, ya se lo conoce casi todo).

Comenzamos por las zetas de El Tomillar al tran, y cuando la cosa se pone fea no puedo seguirle el ritmo. ¡Bueeeno! Sin embargo, en los últimos dos kilómetros, con sus rampas del 15(%), no es que no pueda con él, es que acabo perdiéndole de vista. ¡Ay!

En fin, que (el )Rubén(cete) sigue sumando y yo, parece ser, estoy empezando a restar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario