Por fin, después de mes y medio, salimos de la ciudad, a la sierra, como nos gusta. Pero no muy alto, no vaya a ser que la nieve nos
corte el rollo. Así que recuperamos esta vuelta al Pendón del cajón de rutas pendientes y nos ponemos a ello.
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Al fondo Cabeza Arcón y El Pendón, nuestros objetivos |
Salimos de Soto tomando el Camino del Pino y subiendo hacia el Embalse de los Palancares para enlazar con el GR-10 (por aquí es una pista en buen estado) por el que discurre buena parte del recorrido de hoy.
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El Pico de la Pala, Miraflores y, tras los árboles, Cabeza Arcón y El Pendón |
Bordeamos Miraflores por el sur y cruzamos el arroyo -no sin dificultad- por lo que parece una barra de equilibrios. Ahora es cuando el GR-10 se quita la careta. Durante una par de kilómetros se convierte en sendero y afloran las piedras, con dos cuestas que te dejan sin aliento. Luego ensancha otra vez hasta la Fuente del Collado, el punto más alto de la ruta.
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Ascendiendo por el GR-10 con Cabeza Arcón en el punto de mira |
Iniciamos la bajada por la estupenda trialera del pinar, pero se acaba pronto. De nuevo en la pista aumentamos la velocidad casi sin querer ayudados por la suave pendiente favorable y enseguida llegamos a la parte sur del macizo.
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En el collado, listos para iniciar el descenso |
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Los Barracones |
De aquí a Miraflores el trazado es un poco
rompepiernas y además sufrimos un desagradable viento de cara. Entramos al pueblo por el viaducto y la estación, evitando así los
equilibrios mañaneros para cruzar el arroyo.
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Por el Camino de las Viñas, con La Najarra nevada al fondo |
Ya solo queda deshacer el camino andado, aunque introducimos alguna divertida variante para romper la monotonía de la pista.
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