domingo, 26 de febrero de 2012

La Presa del Gasco


Dicen que no es bueno que el hombre ande sólo. Y si es ciclista, menos aún. Y en éstas estaba Tomás este domingo, por lo que ha decidido venirse con nostros, o mejor dicho, nosotros con él. Porque él ha sido el diseñador y guía de esta ruta que tiene como actores destacados a los ríos Guadarrama y Aulencia, y a la Presa del Gasco como protagonista.

Partimos desde el centro comercial Pinar de Las Rozas hacia el norte bordeando las instalaciones de la Renfe para cruzar la A6 un poco más arriba, por la urbanización Punta Galea, e iniciar el descenso hacia el río Guadarrama por el arroyo de Lazarejo. Llegamos a aquél bajo el Puente del Retamar y seguimos su curso pegaditos a la orilla por caminos que se tornan senderos, o senderos que se tornan caminos, según convenga, hasta Villafranca del Castillo.

Salimos del asfalto por el camino que conduce al Castillo y a las antenas de la ESA y cruzamos por primera vez el Aulencia por su novedoso paso de bicicletas (para no mojarse los pies en invierno) y remontamos su curso hacia Villanueva de la Cañada por el Camino de las Carretas.

Un tramito de carril-bici y, tras el "salto de la reja", enlazamos con la Vereda de la Espernada que nos conducirá directamente a Colmenarejo. Sin embargo, al llegar de nuevo al río Aulencia, somos sorprendidos por una horda (más de 700 según la organización) de ciclistas desenfrenados, bajando a "toda leche" contra nosotros, lo que hace imposible compartir la pista con ellos. Esto nos obliga a cruzar el río por un carrilillo que, aunque impide que se nos mojen los pies, pone a prueba el temple de más de uno.

Remontamos campo a través, empujando la bici, para prevenir encontronazos con el grueso del pelotón de la marcha del Rally de los Embalses. Aún así, delante de nosotros se cae un chaval de unos 15 años al negociar una curva rápida, pegándose una buena costalada aunque sin consecuencias. Se le ha salido la rueda trasera y la cadena se le ha hecho un churro, y allí nos ves a nosotros cual servicio de asistencia rápida intentando poner en marcha la máquina del chico. Eso sí, de todos los ¿compañeros? de su club (Mammoth) que pasaron ninguno se paró a ayudarle.

Superado el contratiempo retomamos la pista hasta Colmenarejo y luego hasta Torrelodones en busca del Camino de la Isabela. A la altura de las Casas de Panarrás se incia un entretenido descenso hasta la espectacular Presa del Gasco. Sobre sus ruinosos muros Tomás nos cuenta la historia del pretencioso proyecto del cual formaba parte: aportar caudal al río Manzanares para hacerlo así navegable ¡Si Gallardón hubiera nacido 200 años antes ...!

Abandonamos el desfiladero por el cauce (nunca usado) del Canal del Guadarrama, del mismo proyecto de la presa, que dibuja un revirado y entretenido sendero que nos deposita a los pies de la A6. Nagociamos las últimas cuestas hasta Las Matas y, tras atravesar los talleres de la Renfe (nos faltó poco para subirnos a algún tren), llegamos al coche después de más de 5 horas sobre la bici. ¡Y del tirón!

Y para acabar, los gráficos y la fotos (casi todas de Tomás).




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