domingo, 9 de junio de 2013

La Rompepiernas de Hoyo

Esta es una de esas rutas que siempre tienes en la recámara y estás deseando hacer; pero sin las aglomeraciones de la marcha organizada. Y con el track del año pasado nos plantamos en Hoyo, con un tiempo que, aunque amenazaba lluvia, nos respetó y apenas vimos unas gotas en la pantalla del GPS.

Es la segunda vez que venimos a Hoyo (algo imperdonable, pues el lugar merece y requiere una visita domingo sí domingo también para conocer todos sus senderos y pasos pedroleros que tanto hacen disfrutar a los mountainbikers) y el comienzo nos resulta conocido. Además, enseguida comenzamos a ver las balizas que marcan el trazado de la carrera y pensamos ¡que suerte, todavía no han quitado las señales de la marcha de este año!
Vamos acumulando senderos por la parte oeste del pueblo pero sin pasar por las grandes piedras de la otra vez, hasta llegar a la cascada del Cobacho, con su gran losa que superamos en zigzag hasta que el escalón final nos hace poner pié a tierra.

Comenzamos a bajar; en un momento dado abandonamos nuestro track para seguir a unos bikers por un sendero con mejor pinta que el que íbamos a tomar. Seguimos bajando, ahora por donde hace un rato habíamos subido para recuperar la trazada original y al cruzar el arroyo de Peregrinos (el punto más bajo de este bucle) los dos jesuses somos testigos del milagro de la separación de las aguas. Fue ver a Paco cruzarlo a toda leche y levantando unas olas de un metro que dejaban ver el lecho del riachuelo, que no tuvimos más remedio que postrarnos y meditar un momento para... ¡partirnos de la risa! Si se llega a quedar allí en medio se ahoga seguro.
Para llegar de nuevo al pueblo se remonta por el camino de Galapagar, hasta que se gira a la izquierda en la zona de los Lanchares. En este punto el terreno se va complicando por momentos, empinándose y volviéndose más técnico a cada pedalada. Pero con unos cuantos arreones en los puntos clave se puede superar, eso sí, acabas con el corazón en la boca.

Justo cuando llegamos a la civilización somos informados de que la carrera va a empezar en dos horas. ¿Eh, pero es hoy la carrera? Ni haciéndolo adrede nos sale mejor. ¡A ver si vamos a ganar sin estar inscritos, jeje!

El tramo de la Colada de las Cañadas que transcurre por el norte de Hoyo era desconocido para nosotros. Tiene tres puntos técnicos: el primero en subida es superable, pero tienes que ir sobrado de fuerzas; el segundo no se puede (además, es el punto en el que todo el mundo se hace la foto, pero bajando claro. Y el tercero es un escalón en bajada que se hace sin más que le eches un poco de decisión.

Y tras cruzar la carretera se entra en el segundo bucle, más pistero y sin ninguna dificultad ya, sólo el cansancio acumulado. Lo único destacable de este tramo es vimos a Luis, el de Biciárea, otra vez (dos en poco tiempo) ¡Que casualidad!

3 comentarios:

  1. La ruta genial, muy bonita. Menos mal que Pako salió del arroyo indemne, porque a ver cómo le explicas a la Guardia Civil una muerte por ahogamiento en un riachuelo de un metro. Lo mejor es que el "joío" no se mojó ni las zapatillas. Pena de cámara.
    Salu2.

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    1. Si es que este Paquito está adquiriendo tanto conocimiento del mtb que hasta ya tiene control sobre los elementos...

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    2. Bueno, tanto como eso... yo diría que todos los tontos tenemos suerte. Desde luego que lo repito 100 veces y no me sale. Yo creo que repelí todo el agua, se alinearon todos los astros en ese momento. Porque si no, efectivamente, a ver como se lo explicáis a la G.C. (y me se de uno que ya ha tenido algún altercado con la ley por inclumplir el código circulatorio :-P) ... ¡no había ni huella de frenada! ¡KAMIKAZE!

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